Funciona tres horas al día, no contiene anuncios y no obliga al «dumscrolling sin fin».
Seven39 tiene el aire de los foros de los años 90 o principios de los 2000: un sitio de la «vieja escuela» al que llegas por alguna razón desconocida y donde no conoces a nadie en la vida real. Al cabo de unos días, empiezas a reconocer a los habituales por sus nicks, y cuando no hay suficiente contenido nuevo, puedes marcharte y dedicarte a otra cosa.
The Verge
- Lyons dice que esto es intencionado: la idea es ver si hay otra forma de interactuar con los medios sociales. Hubo un tiempo en el que todo el mundo se conectaba a la vez y se marchaba a la vez. Los usuarios con los que habló The Verge señalan que las redes sociales modernas «descarrilaron» cuando «la gente empezó a preocuparse por parecer guay en Internet».
- The Verge también señala posibles problemas para seven39: debido al concepto de red social, puede tener dificultades para atraer y retener usuarios. Además, siete39 es en muchos sentidos un «proyecto unipersonal». Por un lado, esto es un «plus», porque está más cerca de la gente: por ejemplo, en un día añadió la posibilidad de suscribirse a usuarios a petición de la comunidad. Por otro lado, el sitio a veces «falla».
- La moderación de contenidos es «otro gran problema», sobre todo si la comunidad empieza a crecer, dice la publicación. Pero Lyons no se adelanta y trata el proyecto como un experimento: si se queda pequeño, «está bien».